EFECTO BOLA DE NIEVE ESPIRITUAL
Epístola Juvenil
Eclesiastés 10:1 Las moscas
muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es
estimado como sabio y honorable
La
Palabra de Dios muestra a través de todos los tiempos, terribles avalanchas
personales de hombres que hicieron algo que pareció un “pequeño” desliz pero
lamentaron amargamente las consecuencias de ese aparente disfrute momentáneo.
Analicemos varios ejemplos:
(1) Sansón (Libro
de Jueces 16)
Sansón subestimó su adversario, pensó
que podía jugar con fuego sin salir quemado. Pero la palabra de Dios advierte a
través de la siguiente pregunta: ¿Tomará
el hombre fuego en su seno, sin que sus vestidos ardan? (Proverbios 6:27)
Su enemigo esperó y esperó hasta el día
que lo encontró emocionalmente cansado.
(2) David (Segundo
Libro de Samuel capítulo 11 y 12)
David también minimizó las consecuencias
de su deseo (concupiscencia). El rey pensó que igualmente podía jugar con fuego
sin sufrir serias quemaduras. En su caso, hasta sus hijos sufrieron las
consecuencias de estas quemaduras. Un rey afligido, una familia fragmentada y
una nación consternada. Consecuencias de un aparente “pequeño” desliz. Parecía
una tarde común y corriente, ¿quién sospecharía una disimulada miradita? Nada
podría pasar si le hago una llamadita, tendremos una pequeña conversación, una
corta cita de la que nadie tiene que saber nadita. Pues esa pequeña locura,
trajo un gran llanto, y un enorme lamento a la vida de un hombre que creía que
todo lo tenía resuelto. Aunque David intento ocultar lo que a oscuras había
sucedido, no le fue posible tapar el sol con su dedo. La avalancha ya se había
desencadenado, era cuestión de tiempo cosechar las consecuencias de su pecado,
por pequeña que sea la semilla del pecado, una vez que ha sido sembrada, el
alud viene en camino.
Así es el pecado: devorador, voraz, devastador,
insaciable, destructor.
Dios
quiere enseñarnos que para el rey David lo que comenzó siendo algo manejable,
terminó en descontrol total. Y lo que para Sansón comenzó siendo algo
inofensivo, se convirtió en mortal y un triste final.
No
debemos subestimar al adversario. La recomendación es tener el máximo cuidado,
pues “no está muerta, solo duerme”.
La concupiscencia que derrotó al más fuerte, a Sansón, sigue asechando la vida
del cristiano hoy. A pesar de ser cristianos, debemos cuidarnos. No debemos
relajarnos como David al pensar que esto o aquello no podría ser tan malo.
Algunos dicen: yo no le veo nada malo a eso. Pero te has preguntado ¿Cómo lo ve
Dios? Otros a veces piensan: pero si eso lo hace todo el mundo. Recuerda, no
todo el mundo está consciente de las consecuencias devastadoras del pecado,
como tú lo has podido entender hoy. Aunque hoy la gente quiera minimizar las cosas
o llamarlas con otro nombre, Dios hace una advertencia sobre esto:
Isaías
5:20 ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno
malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo
amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
Isaías
5:21 ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que
son prudentes delante de sí mismos!
Isaías
5:22 ¡Ay de los que son valientes para beber vino, y
hombres fuertes para mezclar bebida;
Entonces no debemos minimizar lo que Dios
declara pecado. No debemos dejar que recobre vida aquella vieja manera de
pensar y vivir en la que teníamos una conciencia adormecida. Recuerda, “no está muerta, solo duerme”. Tenemos
varios enemigos. Uno de ellos, nuestra carne, llena de concupiscencia, pasiones
y deseos desordenados. Leamos detalladamente estos versos:
1Juan 2:16 Porque todo
lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos,
y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
1Juan 2:17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios
permanece para siempre.
Gálatas 5:17 Porque el
deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la
carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
Romanos 8:12 Así que,
hermanos, deudores somos, no a la
carne, para que vivamos conforme a la carne;
Romanos 8:13 porque si
vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las
obras de la carne, viviréis.
Romanos 8:14 Porque todos
los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Ahora miremos en la
Palabra de Dios cuáles son las obras de la carne:
Gálatas 5:19-21 Y
manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia,
lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras,
contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y
cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he
dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Gálatas
5:22,23 Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas
no hay ley.
El otro enemigo que tenemos
es Satanás. Dice la Palabra de Dios en 2Corintios 2:11 “…para que Satanás no gane ventaja alguna
sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones…” Cierto es que también
la Palabra de Dios dice que el lugar de Satanás está “…bajo nuestro pies…” (Romanos 16:20) y también dice las
sagradas escrituras que tenemos poder para pisotearlo, para “…hollar serpientes y escorpiones…” (San
Lucas 10:19) y para que Satanás se mantenga donde le corresponde, cada
día debemos asegurarnos que no se levante. Dios dice “…no deis lugar al diablo…” (Efesios 4:27). No le des tregua, no
le des chance. Es la razón por que el Señor Jesucristo enseña a sus discípulos:
San Mateo
26:41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad
está dispuesto, pero la carne es débil.
¿Cómo es que se le da lugar al diablo?
Al probar el veneno mortal
que el diablo disfraza como una tierna e inofensiva carnada que atrae la carne
intentando deleitar sutilmente los sentidos.
Cuando se le da lugar
inmediatamente sucede como el efecto bola de nieve:
Una pequeña bola de nieve
en lo alto de la colina, que una vez que toma ventaja empieza a crecer en
tamaño y velocidad y cuando se escucha el espantador grito ¡avalancha! es demasiado tarde. Es un
derrumbe que aplasta todo lo lindo que había en el valle.
Por eso dice la Biblia que “…cada uno es tentado, cuando de su propia
concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que
ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la
muerte. Amados hermanos míos, no erréis…” (Santiago 1:14-16)
No
le concedas ninguna licencia al pecado, no debemos tomar “vacaciones”
espirituales. Cuida todos tus sentidos.
No
te duermas en los laureles, “cría fama y échate a dormir” es un dicho popular,
pero la palabra de Dios dice:
“…sed sobrios y velad…” ¿por qué? Porque nuestro adversario anda como león
rugiente buscando a quien devorar. (1Pedro 5:8) así que:
(Romanos
13:13) Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no
en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia,
(Romanos 13:14)
sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
Para concluir tomemos el
verso 11 de este mismo pasaje:
(Romanos 13:11) Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos
del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que
cuando creímos.
Finalmente,
en todo esto hay una buena noticia: este efecto “bola de nieve” también aplica en el sentido positivo. Estudiemos
el siguiente pasaje:
Romanos
5:12 Por tanto, como
el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la
muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Romanos
5:13 Pues antes de
la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de
pecado.
Romanos
5:14 No obstante,
reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera
de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
Romanos
5:15 Pero el don no
fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron
los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por
la gracia de un hombre, Jesucristo.
Romanos
5:16 Y con el don
no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio
vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de
muchas transgresiones para justificación.
Romanos
5:17 Pues si por la
transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno
solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la
justicia.
Romanos
5:18 Así que, como
por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma
manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de
vida.
Romanos
5:19 Porque así
como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos
pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos
justos.
O
sea, que la desobediencia de uno solo hizo que muchos desobedecieran, pero por
la obediencia de Jesús muchos son declarados inocentes. ¿Quiénes? Los que le reciben y le siguen.
¿Tú le recibes, tú le sigues?
Apocalipsis
3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye
mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
¿Le abrirás
la puerta o dejar a Dios fuera?
Así como el efecto bola de
nieve, tu decisión tendrá un efecto que se propagará el resto de tu vida, negativa o positivamente.
JuventudIPUE
Director Nacional
WalterRA