viernes, 28 de agosto de 2015

Efecto Bola de Nieve Espiritual - Epistola Juvenil

EFECTO BOLA DE NIEVE ESPIRITUAL

Epístola Juvenil


Eclesiastés 10:1 Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable

La Palabra de Dios muestra a través de todos los tiempos, terribles avalanchas personales de hombres que hicieron algo que pareció un “pequeño” desliz pero lamentaron amargamente las consecuencias de ese aparente disfrute momentáneo. Analicemos varios ejemplos:

(1) Sansón (Libro de Jueces 16)
Sansón subestimó su adversario, pensó que podía jugar con fuego sin salir quemado. Pero la palabra de Dios advierte a través de la siguiente pregunta: ¿Tomará el hombre fuego en su seno, sin que sus vestidos ardan? (Proverbios 6:27)

Su enemigo esperó y esperó hasta el día que lo encontró emocionalmente cansado.

(2) David (Segundo Libro de Samuel capítulo 11 y 12)
David también minimizó las consecuencias de su deseo (concupiscencia). El rey pensó que igualmente podía jugar con fuego sin sufrir serias quemaduras. En su caso, hasta sus hijos sufrieron las consecuencias de estas quemaduras. Un rey afligido, una familia fragmentada y una nación consternada. Consecuencias de un aparente “pequeño” desliz. Parecía una tarde común y corriente, ¿quién sospecharía una disimulada miradita? Nada podría pasar si le hago una llamadita, tendremos una pequeña conversación, una corta cita de la que nadie tiene que saber nadita. Pues esa pequeña locura, trajo un gran llanto, y un enorme lamento a la vida de un hombre que creía que todo lo tenía resuelto. Aunque David intento ocultar lo que a oscuras había sucedido, no le fue posible tapar el sol con su dedo. La avalancha ya se había desencadenado, era cuestión de tiempo cosechar las consecuencias de su pecado, por pequeña que sea la semilla del pecado, una vez que ha sido sembrada, el alud viene en camino.

Así es el pecado: devorador, voraz, devastador, insaciable, destructor.

Dios quiere enseñarnos que para el rey David lo que comenzó siendo algo manejable, terminó en descontrol total. Y lo que para Sansón comenzó siendo algo inofensivo, se convirtió en mortal y un triste final.

No debemos subestimar al adversario. La recomendación es tener el máximo cuidado, pues “no está muerta, solo duerme”. La concupiscencia que derrotó al más fuerte, a Sansón, sigue asechando la vida del cristiano hoy. A pesar de ser cristianos, debemos cuidarnos. No debemos relajarnos como David al pensar que esto o aquello no podría ser tan malo. Algunos dicen: yo no le veo nada malo a eso. Pero te has preguntado ¿Cómo lo ve Dios? Otros a veces piensan: pero si eso lo hace todo el mundo. Recuerda, no todo el mundo está consciente de las consecuencias devastadoras del pecado, como tú lo has podido entender hoy. Aunque hoy la gente quiera minimizar las cosas o llamarlas con otro nombre, Dios hace una advertencia sobre esto:

Isaías 5:20 ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
Isaías 5:21 ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!
Isaías 5:22 ¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida;

Entonces no debemos minimizar lo que Dios declara pecado. No debemos dejar que recobre vida aquella vieja manera de pensar y vivir en la que teníamos una conciencia adormecida. Recuerda, “no está muerta, solo duerme”. Tenemos varios enemigos. Uno de ellos, nuestra carne, llena de concupiscencia, pasiones y deseos desordenados. Leamos detalladamente estos versos:

1Juan 2:16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
1Juan 2:17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Gálatas 5:17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.

Romanos 8:12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
Romanos 8:13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
Romanos 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
    
Ahora miremos en la Palabra de Dios cuáles son las obras de la carne:

Gálatas 5:19-21 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Gálatas 5:22,23 Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

El otro enemigo que tenemos es Satanás. Dice la Palabra de Dios en 2Corintios 2:11 “…para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones…” Cierto es que también la Palabra de Dios dice que el lugar de Satanás está “…bajo nuestro pies…” (Romanos 16:20) y también dice las sagradas escrituras que tenemos poder para pisotearlo, para “…hollar serpientes y escorpiones…” (San Lucas 10:19) y para que Satanás se mantenga donde le corresponde, cada día debemos asegurarnos que no se levante. Dios dice “…no deis lugar al diablo…” (Efesios 4:27). No le des tregua, no le des chance. Es la razón por que el Señor Jesucristo enseña a sus discípulos:

San Mateo 26:41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

¿Cómo es que se le da lugar al diablo?

Al probar el veneno mortal que el diablo disfraza como una tierna e inofensiva carnada que atrae la carne intentando deleitar sutilmente los sentidos.
Cuando se le da lugar inmediatamente sucede como el efecto bola de nieve:
Una pequeña bola de nieve en lo alto de la colina, que una vez que toma ventaja empieza a crecer en tamaño y velocidad y cuando se escucha el espantador grito ¡avalancha! es demasiado tarde. Es un derrumbe que aplasta todo lo lindo que había en el valle.

Por eso dice la Biblia que “…cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. Amados hermanos míos, no erréis…” (Santiago 1:14-16)


No le concedas ninguna licencia al pecado, no debemos tomar “vacaciones” espirituales. Cuida todos tus sentidos.

No te duermas en los laureles, “cría fama y échate a dormir” es un dicho popular, pero la palabra de Dios dice:


…sed sobrios y velad…” ¿por qué? Porque nuestro adversario anda como león rugiente buscando a quien devorar. (1Pedro 5:8)  así que:
(Romanos 13:13) Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia,
(Romanos 13:14) sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.

Para concluir tomemos el verso 11 de este mismo pasaje:
(Romanos 13:11) Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.

Finalmente, en todo esto hay una buena noticia: este efecto “bola de nieve” también aplica en el sentido positivo. Estudiemos el siguiente pasaje:

Romanos 5:12  Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Romanos 5:13  Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.
Romanos 5:14  No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
Romanos 5:15  Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.
Romanos 5:16  Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.
Romanos 5:17  Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
Romanos 5:18  Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
Romanos 5:19  Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.

O sea, que la desobediencia de uno solo hizo que muchos desobedecieran, pero por la obediencia de Jesús muchos son declarados inocentes. ¿Quiénes? Los que le reciben y le siguen. ¿Tú le recibes, tú le sigues?

Apocalipsis 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

¿Le abrirás la puerta o dejar a Dios fuera?
Así como el efecto bola de nieve, tu decisión tendrá un efecto que se propagará el resto de tu vida, negativa o positivamente.

JuventudIPUE
Director Nacional
WalterRA

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