Epístola Juvenil
Los ojos y la luz del alma
“Joven fui, y he
envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue
pan”
Salmos 37:25
Aquí
tenemos a David hablando desde la debilidad ya no es el valiente guerrero, ya
no es el dulce cantor, ya no es el ágil
matador de gigantes ahora él es un
delicado anciano, tan frágil como un niño pero en una sola frase resumen
su vida, “Joven fui y he envejecido y no he visto justo desamparado ni su
descendencia que mendigue pan”.
No
está hablando de una buena racha, o un golpe de suerte más bien afirma que hay una manera de existir
en la cual podemos ver la mano de Dios cada día de nuestras vidas, es lo que él
dice: yo vi y cuando vi, vi a Dios proveer.
La Biblia da
gran importancia a los ojos, ella dice que la luz del cuerpo está en los ojos,
son las ventanas del alma. Y en otra parte Dios dijo mirad a mí y sed salvos
todos los términos de la tierra.
Entendamos
que Dios sujeto las bendiciones de su gracia a la simple mirada.
Piensa en
ello cuando dijo. Mirad a mí y sed salvos.
¿Una sola mirada?
Un bebé de
pecho puede mirar, y el anciano puede mirar, el analfabeto puede mirar y el
maestro puede mirar, no necesitas estudios para mirar y Dios nos dice ese es el
secreto.
Abre
la Biblia en el libro de los salmos y en cualquier parte encontrarás frases como: tu Jehová eres mi
escudo alrededor de mí, o tu Jehová eres mi fortaleza y castillo, o el Señor
eres mi ayudador, o Jehová es mi luz y mi salvación.
Cada
Salmo fue escrito en un momento diferente pero en cada uno de ellos queda
reflejada la posición que toma Dios en su vida.
Los
fundamentos de la vida no dependen del tiempo, ni del clima, tampoco de las
circunstancias que se presentan en la vida, no vivimos por buenas rachas o
épocas de suerte nuestra confianza esta puesta en Dios que es más real que las
calles duras de nuestras ciudades. Dios por medio de su palabra te ha llamado a
salir de tu barca, él te dice camina sobre las aguas porque yo soy. Quizás has
dado un paso de fe mirando al salvador pero después vuelves a mirar tu propio
oscuro corazón que tiembla de temor y al mirarlo Tiemblas tú también.
Quizás en un momento de
emoción creíste, pero cuando la emoción ya no está o las circunstancias se
vuelven en tu contra piensas: Dios nos sacó de Egipto para matarnos en este
desierto.
Dios nos está
llamando a Liberar una nación, ¿Sera fácil?, no ¿Cómo lo haremos? Como lo hizo
Moisés: Hebreos 11:27 Por la fe dejó a
Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como VIENDO al Invisible.
Lo harás cuando tu fuerza venga de la simple visión del Dios invisible.
Región Central
Hno. Edison Orellana
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