ALGUIEN QUE PELEE CONMIGO - Epistola Juvenil

ALGUIEN QUE PELEE CONMIGO

¿Habrá algún joven que pelee conmigo?

Epístola Juvenil

[1Samuel 17:10] Y añadió el filisteo: Hoy yo he desafiado al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo.

Lo que el diablo está pidiendo hoy NO es un varón cualquiera.

Su desafío no está dirigido a todos los jóvenes del mundo, su desafío es hacia los hijos de Dios.

 Él no está retando a los que tiene bajo su dominio.

¿Para qué retar a los varones que él tiene como títeres y marionetas que emborracha, droga y pervierte a su antojo?

El enemigo sigue preguntando:

¿Habrá algún joven que pele conmigo?
¿Habrá algún joven a quien yo no drogue?
¿Habrá algún joven a quien yo no emborrache?
¿Habrá algún joven a quien yo no pueda pervertir?
¿Habrá algún joven a quien yo no haga mentir?
¿Habrá alguna joven a quien yo no seduzca?
¿Habrá algún joven a quien yo no haga vivir una doble vida?
¿Habrá algún joven que me venza?

De la misma forma que lo hacía el gigante, el Diablo está desafiando a un joven cristiano. Está retando a un joven que le demuestre quién es más poderoso: si el diablo o tú.

¿Quién crees tú que ganará este desafío?

La palabra de Dios anticipadamente dice:

[1.Juan 2:13] "...os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno..."

[1.Juan 2:14]  "…os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno…"

Con este rotundo veredicto ningún joven debería temer, ni dudar cuál será su futuro. Es claro que no estamos en desventaja, la palabra de Dios deja claro que, de la manera que el joven David venció al gigante, tú también vencerás al "gigante" y todo lo que contra ti se levante. Así que si el enemigo está pidiendo un contrincante, pues lo va a tener, se ha mentido en un serio problema, porque hay una profecía que establece cómo terminará esta pelea. "...tenemos vencido al maligno..." ya está escrito. Ahora solo asegúrate que continúe derrotado bajo tus pies, donde debe estar, para ello debemos guardar nuestro lugar, levantar cada día vallado de oración, nutrir nuestros músculos espirituales tomando "Escriturina" El más poderoso estimulante (La Palabra de Dios) y sobre todo rodéate de campeones, acompáñate de aquellos que le han demostrado al diablo que son capaces de vencer cualquiera de sus desafíos y tentaciones. Que tus mejores amistades no sean perdedores que el mundo, el diablo los manipula a su antojo, que no pueden decirle no ni a una copa de licor, que ante cualquier minifalda se debilitan o ante cualquier piropo o galante poemita sienten en el estomago maripositas. Ve a la iglesia y rodéate de campeones, jóvenes más que vencedores.

Dios está deseoso de mostrarle al maligno una vez más él tiene jóvenes aplastadores de gigantes, uno de ellos eres tú. Así que si el enemigo está buscando contrincante, ya encontró quien lo aplaste. Dios no te ha dado espíritu de cobardía… No. No, No.

[2.Timoteo 1:7] Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

 

Decláralo: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Director Nacional
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WalterRA

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SI SE PUEDE - Epistola Juvenil

TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE [Filipenses 4:13]
  
Fortaleza es una virtud mediante la cual somos capaces de vencer o soportar los obstáculos que vienen a nuestra vida.
La fortaleza es coraje, es la capacidad de reencontrar la fuente de energía inagotable que nos hace posible iniciar o reiniciar una tarea, o levantarnos después de un revés de la Vida, desde el convencimiento de que todo obstáculo es, por su propia naturaleza, salvable y necesario para el aprendizaje, y todo dolor, transitorio.
Pero... ¿De dónde viene la fortaleza?
Esa fuerza y esa virtud tan grande vienen únicamente de Dios, aunque muchas veces sentimos que nuestra fuerza se agota que no podemos más y queremos dejarlo todo, tranquilo confía en Dios, ÉL tiene el control de todo, el rey David dijo:
Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En ÉL confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.
[Salmos 28:7]
David puso su confianza en Dios y ÉL le dio la fortaleza que necesitaba, muchas veces eso es lo que nos pasa intentamos depender de nosotros mismos de nuestras propias fuerzas y cuando todo lo nuestro se agota es cuando queremos abandonarlo todo. Por eso es muy importante confiar en Dios, porque cuando lo nuestro se agota empieza a obrar la fuerza divina de Dios y nos damos cuenta que no hay nada que no podamos hacer.
David cuando derrotó al gigante no pensó que no iba a poder. El pasaje de [1 Samuel 17:41-51] relata cómo Goliat amenazaba al ejército de Israel y a David a quien decía: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo. Pero David le respondía con palabras similares: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.
Y efectivamente la palabra de Dios registra que David venció al gigante con una piedra que tiró con la honda. Entonces, los filisteos huyeron.
Gloria a Dios que cuando confiamos en Dios sabemos que no hay nada imposible!!!
Esa es la clave: confiar en Dios y no es nuestras propias capacidades.
Así que confía en Dios y recuerda que no hay Goliat (es decir, pruebas, problemas o desafíos) que no puedas vencer, la edad no importa, tampoco si eres hombre o mujer, siempre que marches confiando en Dios vas a vencer.
Pero la salvación de los justos es de Jehová, Y ÉL es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
[Salmos 37:39]
Recuerda siempre que todo lo puedes en Cristo que te fortalece!!

Juventud IPUE.

Secretario Regional de la Juventud
Región Nor-Oeste
Jonathan F. Varela